viernes, 13 de diciembre de 2013

La Ficción. El lugar de la transgresión

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Ortografía, gramática del texto, concordancia entre sujeto y predicado, tildación, estructura textual, vocabulario. ¿De qué hablamos? No, no es una lista de torturas para el hablante/escribiente de español. Son las reglas del juego. Pueden parecer duras, odiosas, hasta muchas veces sin sentido, pero están. Y como buenos samaritanos de la lengua, las cumplimos -o eso deberíamos hacer-. Sin embargo, existe un lugar en el que se permite cierta transgresión, la ruptura de las normas y la toma de algunas licencias. Cualquiera que padezca de ortografitis aguda, ya comienza a saborear el placer de un "ubo un tiempo en ke". Estamos en terreno de la ficción.

El capítulo 69 de Rayuela, comienza así:
"Ingrata sorpresa fue leer en «Ortográfiko» la notisia de aber fayesido en San Luis Potosí el 1° de marso último, el teniente koronel (acendido a koronel para retirarlo del serbisio), Adolfo Abila Sanhes. Sorpresa fue porke no teníamos notisia de ke se ayara en kama. Por lo demás, ya ase tiempo lo teníamos katalogado entre nuestros amigos los suisidas, i en una okasión se refirió «Renovigo» a siertos síntomas en él obserbados."  Y sigue.
¿Cortázar no conocía las reglas ortográficas? Claro que sí. Acá el autor juega con su narrador, adjudicando a su trazo estos olvidos ortográficos. 
La ficción -conocida popularmente con el nombre de literatura-, es esa porción de páginas que libera al individuo de las ataduras de la lengua. En este campo, puedo leer sin asombros que "la ciencia es una mierda", y puedo caer en la mayor de mis desgracias (exagerando, claro está), si escribo con pulso firme la misma sentencia en la conclusión de un paper (aunque sería grato disfrutar por segundos, el desconcierto de algunas caras). 
Por eso amigo escribiente, si todavía no aprendiste que todas las palabras esdrújulas llevan tilde en la sílaba tónica (¿?), o a qué se refiere el profesor cuando, en palabras rojas o verdes, aclara "no se entiende el sentido", si sos uno de ellos, quiero que sepas que no todo está perdido. Hay un lugar de redención para estas almas, que más que jugar harán lo suyo. 
Para despuntar el vicio, como se dice por allí, está muy bien. Ahora, -y disculpa la franqueza casi al terminar-, los escritores (ESCRITORES), son algo más que transgresión. Pero quién te dice que tu camino no sea ese. Mientras, que la ruptura quede en el campo de la ficción. Escrivamos vien, agamos un zacrifisio y colavoremos con la conpresión y entendimiento de todos. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Progresión temática y estructura

Cualquiera sea la función u objetivo de un discurso escrito, no importa su público destinatario, ni el tema, disciplina, como tampoco su extensión, siempre un texto responde a una estructura determinada y tiene que cumplir con una regla básica de la escritura para que pueda ser comprendido: la progresión temática. 

     Cuando se habla de estructura, se puede hacer dos anotaciones al respecto. Por un lado, existe una amplia variedad de estructuras textuales específicas de acuerdo a las características particulares (trama, función, contexto, etc.). Para aclarar, pongamos un ejemplo. A cualquier hablante nativo de español -lo mismo sucede en otras lenguas- que le soliciten que escriba una carta, una receta de cocina o unas instrucciones, no pondrá un "Me despido atentamente" en la receta. Es decir, cada género discursivo -así es como se denomina- tiene sus propias reglas. Sin embargo, más allá de estas particularidades, todos los discursos escritos siguen una estructura más básica: introducción, desarrollo y conclusión. 
    A grandes rasgos, la introducción de un texto presenta el tema/problema a tratar, el desarrollo se encargará de la exposición de ideas vinculadas al tema general, y la conclusión, cierra el texto con algún tipo de reflexión. En este sentido, esta estructura se vincula directamente con la progresión temática. Es durante la etapa de planificación de la escritura que se tiene que ordenar la secuencia de temas/ideas a desarrollar en el texto. Como ya se ha mencionado anteriormente, un texto sin orden no colabora para que sea comprendido el mensaje. 
     Un consejo de escritura para trabajar la estructura básica junto con la progresión temática en un texto es hacer uso de los ordenadores textuales. Este tipo de conectores permite organizar y secuenciar las partes del texto. Alguno de ellos son:
-para la introducción: para comenzar, en principio, inicialmente...
-para el desarrollo: por un lado/por el otro, en primer término/ en segundo lugar... 
-para la conclusión: para terminar, en conclusión, finalmente, en síntesis. 

     Como siempre, una revisión final del escrito confirmará su claridad y orden, y hará posible modificar aquellas partes que no respondan al objetivo o se escapen a la comprensión global. 






jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Cómo hacer una presentación digital?

La tecnología facilita la vida en muchos sentidos -en muchos otros, los entorpece, pero eso es otro tema-. Uno de ellos, es la posibilidad que se tiene de hacer presentaciones con soportes digitales. Programas simples, como el Power Point, están al alcance de cualquier usuario común de la informática. Las cualidades de estos sistemas son muchas, entre las cuales se puede mencionar la rapidez, la posibilidad de conjugar imágenes y texto, además promueve la comprensión por parte del oyente y es un gran "ayuda-memoria" para quienes deben exponer. No obstante, aunque sea una herramienta fácil de usar, existen algunos puntos que deben atenderse cuando se quiere hacer una presentación audio-visual de este tipo. 

     Por ejemplo, si alguien trabaja en una empresa X o es estudiante, y tiene por delante una presentación con soporte digital, la extensión no es un tema menor. El centro de atención es quien dirige la exposición, y su valor está en poder explicar, explicitar, desarrollar, ejemplificar, etc., aquello que aparece en la pantalla. Su trabajo no es únicamente leer lo que dice la diapositiva, esto es subestimar al auditorio que es capaz de hacerlo por sus propios medios. 
    Otro punto es la estructura. La presentación digital tiene que seguir, como todo texto, un orden básico de introducción, desarrollo y conclusión. Este orden tiene que estar sincronizado con la explicación, nada de ir y volver con las diapositivas. 
    Atender a la normativa de la lengua es tan importante como si fuera un texto en papel: respetar las mayúsculas, la acentuación y ortografía general, colocar adecuadamente la puntuación, usar un registro adecuado a la situación. Lo que uno escribe, es lo que uno es: algunas veces se observan presentaciones digitales de muy baja calidad o todo lo contrario, que dan cuenta de las capacidades de los expositores. Tal como dijo Luis Pedro Barcia, actual presidente de la Academia Nacional de Educación, "la ortografía tiene un tremendo poder descalificador" y concluye "... la inclusión social comienza por el lenguaje". 
Usar las herramientas y soportes digitales es un gran adelanto de los últimos años, pero que su facilidad no se transforme "facilismo". Cuando se las utiliza, hay un objetivo por detrás, y en muchas ocasiones se ven derrumbados justamente por la falta de trabajo y atención a la escritura. 
    Finalmente, una sugerencia sobre tipografía y tamaño de la fuente. Dependerá de quién sea el auditorio y la cantidad de receptores, pero en general, se aconseja usar tipos de letras convencionales, que no entorpezcan su lectura. Las presentaciones digitales, el paso de diapositivas, son algo dinámico, el lector-oyente no puede detenerse a descifrar lo que dice. Por ello también la elección de un tamaño adecuado; si la presentación es para diez personas, no es lo mismo que sea para cien: el de la última fila también tiene derecho a leer. Es preferible hacer unas diapositivas más, que no cargar una con un largo texto en letra pequeña solo para que entre en una sola. Como corolario de esto último, también es fundamental atender a la elección de colores de letra y fondo. 
    Siguiendo los aspectos mencionados, se podrá elaborar presentaciones destacadas por su organización, claridad y calidad. 
Compartilo.  


lunes, 2 de diciembre de 2013

El título

Si tuviera que definir de manera informal qué es y para qué sirve el título de un texto diría que es la puerta de entrada. Muchas veces lo dejamos para el final, cuando el último punto ya está colocado. Otras, el título es el punto inicial para dar rienda suelta a la producción textual. De cualquier forma, elegir EL título para un texto no es tan simple como parece, y su función es lo suficientemente importante como para dejarlo de lado. 

     La más importante de sus funciones, como se dijo al comienzo, es inaugurar la lectura, ser la puerta de acceso a un texto. En este sentido, el título debe representar el contenido y el objetivo del escrito. Si el texto explica un tema, el título no puede ser oscuro o intentar persuadir. Así es que de acuerdo al tipo de texto, también será el título del mismo.
Siempre enmarcado en su función y contenido, a continuación presento algunas sugerencias a tener en cuenta al momento de titular tu texto: 

- Atracción: siguiendo la analogía del principio, un título tiene que ser atractivo para que pueda traspasarse ese umbral. Tal como sucede con las puertas, a algunos nos atraen aquellas que están viejas y corroídas por el tiempo, a otros las modernas y de vanguardia. Siguiendo este razonamiento, el título estará también en concordancia con el potencial lector al que dirigimos el discurso escrito. 
-La extensión: los títulos largos no son buenos presentadores. Breve y conciso es una buena combinación para un titular un texto. 
-El lenguaje: se puede jugar con la metáfora u otros recursos poéticos, pero para hacerlo es importante contar con que pueda ser entendido por el público lector: por ejemplo, hacer referencia a un refrán que es de conocimiento popular. También el vocabulario elegido debe ser lo más trasparente posible, es decir, nada de ambigüedades o complicaciones etimológicas -para ejemplos de ambigüedad, mírese un poco los titulares de la prensa-. Todo este conocimiento puede dejarse para el cuerpo del texto. 
Las excepciones: como en todos los órdenes siempre están presente aquellos casos de transgresión. Títulos con juegos de palabras, enigmáticos, muy breves o muy extensos, todo es posible si se sabe en qué texto hacerlo. Un informe o manual de instrucciones no pueden llevar un título de este tipo, pero sí un artículo para tu blog, un cuento, entre otros. 
En síntesis, si un título "encanta" -en el sentido mágico de encantamiento- el lector continúa leyendo. 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

El orfanato de los signos de puntuación


Seguramente no sea ninguna novedad para cualquiera de los lectores anunciar en estas escuetas líneas, el importante papel que se lleva la puntuación dentro del texto. Ya desde pequeños, cuando aún tomábamos el lápiz con dificultad -esto es entre los doce y diecisiete años-, la profesora sentenciaba con periodicidad que la puntuación era la respiración del texto, y mientras eso se repetía día a día, no había nadie de ese recinto sagrado que aún hoy llamamos aula o salón de clases, que no asintiera tal afirmación sin saber si quiera dónde era que el texto debía "respirar". 

     Habitualmente, los ejercicios escolares referidos a la puntuación consistían en dos prácticas: una, colocar la puntuación a un texto sin ningún signo, y dos, marcar con rojo o verde cuando no lo hacíamos. Sin embargo, con el transcurrir de los años (lo que significa "con un título secundario bajo el brazo"), y aunque reconozcamos lo vital de una coma o punto en su lugar, pocas veces son usados los signos de puntuación. De este abandono de puntos y comas, es que resulta a posteriori la ambigüedad ya archiconocida del mensaje escrito (SMS, estado de Facebook, tesis, respuestas de exámenes, y la lista continúa).  
Sabemos que existen, que están en el orfanato de signos de puntuación esperando que un alma 'ñoña' (nerd,  cufa, sabelotodo, para quienes no entiendan el calificativo) les dé el papel que realmente se merecen. 
La cuestión, entonces, es que podamos rescatar los signos de puntuación y no porque se deba usarlos, sino porque al usarlos echamos luz sobre el texto. En otras palabras, de nada sirve andar poniendo indiscriminadamente puntos y comas porque terminé de escribir el texto y me di cuenta de que no usé ninguno. La función es intentar hacer más claro mi mensaje para que el lector entienda exactamente lo que se quiso decir. 
     Hecha la defensa de estos minúsculos signos, ahora viene la receta. El primer consejo para comenzar a tener consciencia de existencia y uso de la puntuación es elaborar oraciones cortas. Si no se tiene la práctica de una escritura más normatizada, es decir que se usa poco y nada la puntuación, lo ideal es que las oraciones no se transformen en un largo párrafo, intrincado y complejo, puesto que cuanto más larga la oración, más se necesita de la puntuación. Otra sugerencia, es leer en voz alta lo que se escribió. Tal como decían los maestros y profesores, la puntuación es la respiración del texto, es la pausa que hacemos en la oralidad. La lectura en voz alta es aconsejable para encontrar esos espacios que requieren de "aire". 
Finalmente, el secreto más guardado de todo alquimista-lingüista: la puntuación no se incorpora por ósmosis, así que usarla es la mejor manera de aprehenderla. 
Y para dar por terminado este artículo, antes del punto final, un bonus. En la literatura, muchos autores de gran talento, recurrieron al juego con la puntuación: Cortázar, García Márquez, Saramago, Kafka. En muchos de sus textos, se suprime por completo la presencia de signos de puntuación, desafiando tanto al lector como a los cánones. Un ejemplo del uso adecuado de la puntuación denominada "débil" es el relato breve "Un paseo repentino" de Kafka, cuyo primer párrafo se considera una única oración ya que carece de punto. Leer también es una buena manera de saber cómo funcionan las cosas en la textualidad. 

 Un paseo repentino
Cuando por la noche uno parece haberse decidido terminantemente a quedarse en casa; se ha puesto una bata; después de la cena se ha sentado a la mesa iluminada, dispuesto a hacer aquel trabajo o a jugar aquel juego luego de terminado el cual habitualmente uno se va a dormir; cuando afuera el tiempo es tan malo que lo más natural es quedarse en casa; cuando uno ya ha pasado tan largo rato sentado tranquilo a la mesa que irse provocaría el asombro de todos; cuando ya la escalera está oscura y la puerta de calle trancada; y cuando entonces uno, a pesar de todo esto, presa de una repentina desazón, se cambia la bata; aparece en seguida vestido de calle; explica que tiene que salir, y además lo hace después de despedirse rápidamente; cuando uno cree haber dado a entender mayor o menor disgusto de acuerdo con la celeridad con que ha cerrado la casa dando un portazo; cuando en la calle uno se reencuentra, dueño de miembros que responden con una especial movilidad a esta libertad ya inesperada que uno les ha conseguido; cuando mediante esta sola decisión uno siente concentrada en sí toda la capacidad determinativa; cuando uno, otorgando al hecho una mayor importancia que la habitual, se da cuenta de que tiene más fuerza para provocar y soportar el más rápido cambio que necesidad de hacerlo, y cuando uno va así corriendo por las largas calles, entonces uno, por esa noche, se ha separado completamente de su familia, que se va escurriendo hacia la insustancialidad, mientras uno, completamente denso, negro de tan preciso, golpeándose los muslos por detrás, se yergue en su verdadera estatura.
Todo esto se intensifica aún más si a estas altas horas de la noche uno se dirige a casa de un amigo para saber cómo le va.


lunes, 25 de noviembre de 2013

El papel de la descripción en la publicidad


Si se tiene un (micro) emprendimiento seguramente lo que más se necesita son clientes. Ya sea una empresa proveedora de un tipo de servicio o algún producto, lo más importante es darlo a conocer, y una de las maneras más simple es hacer uso de las herramientas digitales gratuitas: tanto un blog como un perfil en una red social son los indicados para realizar el lanzamiento, puesto que además de ser gratuitos, son muy simples de administrar. Sin embargo, oculto bajo ese manto de inocencia, se esconde uno de los grandes desafíos: escribir. 

     Dicen que lo barato sale caro, y en cierto modo, puede serlo. Aunque la vida virtual te regale la posibilidad de dar a conocer tu emprendimiento, se puede pagar un alto costo si no se lo hace adecuadamente. La primera pista para entrar en competencia leal es trabajar el género de la descripción. No se puede hacer conocido algo que no se sabe de qué se trata. Las grandes marcas suelen utilizar "el enigma" para generar expectativa, pero ya lo dije: son marcas reconocidas. 
     Para planificar la descripción, en primer término se tiene que tener presente los puntos positivos a resaltar, eso será lo primero que deba mencionarse (cantidad, calidad, sabor, economía, funcionalidad). Las preguntas básicas serían qué es y para qué sirve. 
     En el terreno de las textualidades, se habla de al menos dos maneras de realizar una descripción: objetiva y subjetiva.  Una descripción objetiva se basa exclusivamente en destacar aquello que puede ser observado por todos, por ejemplo, los materiales con que está fabricado (madera maciza, plástico, etc.). En cambio, una descripción subjetiva hace hincapié en una mirada particular, por ejemplo si se dice que algo es "fácil de usar" (una visión personal). 
      Para dar a conocer tus productos o servicios, la descripción que se haga no puede prescindir de las características específicas/generales que resaltan a simple vista. Claro que hay productos y productos. Describir en detalle un almohadón no es tan necesario como si se trata de un matainsectos. 
      En la descripción que se realice se pueden mezclar los dos tipos: descripción de producto/servicio objetiva y subjetiva. El error sería hacer solamente una caracterización más subjetiva, pues que esto a los potenciales clientes ya les suena a cuento (algunos ejemplos que leo: "el mejor del mercado", "no te podés perderte este maravilloso X" cuando ni siquiera se sabe de qué se trata cada uno). 
      Por último, dos sugerencias más. Una: no es necesario describir todo en una única publicación. Respecto a eso, es interesante tener en cuenta la fugacidad de lo escrito, así que "refrescarlo" cada tanto para nuevos clientes no está mal. Dos: aunque no se publique en papel, se sigue con las convenciones de la lengua escrita. Como ya se mencionó en una entrada reciente, nada de escribir como se habla, ni de usar el código del SMS. 
      A nivel económico, los costos de presentación en sociedad de tu emprendimiento son bajos. Pero atención, que una publicación llena de errores, poco clara, y sin sentido, puede hundir hasta el negocio más prometedor. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Las fuentes de consulta

Cuando nos enfrentamos a la ardua tarea de escribir un texto, puede que en el transcurso nos vayan surgiendo dudas -"¿vayan o vallan?"podría ser una de ellas-. Ante estas terribles situaciones de incertidumbre que nos amenazan con quitarnos el sueño tenemos algunas soluciones posibles. 

     La primera y más expeditiva es obviar. La segunda, en orden de relevancia, es dejar todo en manos del corrector que posee el procesador de texto. La complicación de esta segunda opción es que no detecta todos los errores: por ejemplo si se escribe "imagino que llega tarde" no es lo mismo que decir "imaginó que llega tarde", imagino con tilde determina el tiempo de la acción (pasada). En este caso, el corrector no puede detectar la diferencia. 
     Si la duda persiste, entonces estás en condiciones de tomar un colectivo y dirigirte a la biblioteca más cercana. O, dejando las bromas de lado, hacer una consulta online. Actualmente, con los buscadores se facilita bastante la tarea de exterminar una duda, pero hay que tener presente que no todos los sitios son confiables. Entonces, para allanar un poco el camino, te recomiendo dos fuentes de consulta: una, es el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) y la otra fuente de consulta es el Diccionario Panhispánico de Dudas. En el sitio de la RAE, además de poder consultar dudas de ortografía, también tiene un espacio online dedicado a preguntas frecuentes que en general, son las que suelen aparecérsenos en formas fantasmagóricas. 
     Para terminar, un dato curioso. Según estudios lingüísticos -para ser más específicos de la neurolingüística-, la duda es un buen indicio. Si, cuando escribimos "tubo un romance" dudamos de ese extraña b larga, significa que se está en un camino de aprendizaje de que justamente va con la otra v. Por el contrario, si estamos seguros y no podemos registrar un posible error, no existe un punto de partida que permita la salvación ortográfica. 
     De modo que nada de pereza. Recurrir a las fuentes de consulta más confiables aseguran que no se perderá el tiempo y que la duda se resolverá de forma acertada. 



miércoles, 20 de noviembre de 2013

¡Necesito un corrector!


Habitualmente y aunque tengamos ciertas herramientas disponibles, estamos de acuerdo en contratar los servicios de un diseñador gráfico o un entrenador personal. Sin embargo, pocas veces recurrimos a un corrector de textos por fuera de la opción del procesador de textos, aunque escribir también implique el dominio de una competencia específica como puede ser entrenar a una persona físicamente o diseñar. 

¿El tercero en discordia? 

     Como ya se ha mencionado, la tarea de escribir implica no solamente la concatenación de letras. Se trata, en principio, de un proceso: planificar, escribir, revisar, y a veces, estos simples pasos, deben repetirse hasta que se logre el texto deseado. Para lograr un texto pulido, armónico, coherente con lo que uno quiere expresar y que sea comprendido por nuestros potenciales lectores, es necesario contar con las competencias de la escritura. En otras palabras, dominar el código de la lengua escrita (estructuras, sintaxis y gramática general, ortografía, semántica y pragmática). Y, como suele suceder con otras competencias y disciplinas (físicas o intelectuales), a veces se requiere del asesoramiento de un experto. Por esto mismo, la lectura de un tercero -en concordia, evitemos las disputas -, es decir la revisión de una persona experta en el manejo de la lengua escrita, debería ser más frecuente de lo que se espera.
     ¿Cuándo contratar los servicios de un corrector? Siempre que se trate de un trabajo con cierta importancia para tu carrera, trabajo, empresa o presentación personal. No se trata sólo de un tema de ortografía, a veces, cuando estamos escribiendo, damos por supuesta cierta claridad que no siempre está presente en el texto. Un corrector también evalúa el orden de las ideas, el vocabulario, las citas, la conexión, el modo de estructurar las partes y el todo.
     Como se dice en la presentación, un texto bien escrito es certificado de éxito. De modo que, si tenés que hacer una presentación en tu trabajo, entregar un informe, tesis o paper, o hacés publicaciones virtuales, no dejes de consultar con un experto que ponga a punto tus escritos.

El corrector líquido siempre está dispuesto a pulir textos, o al menos, a darte consejos sobre cómo escribir. Agradezco a quienes confían en los ojos y manos de El corrector líquido e invito a mis lectores a dejar sus dudas y consultas para que entre todos se cumpla en objetivo de mejorar.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Las publicaciones virtuales

Una sentencia bastante escuchada y popularizada por la ortodoxia educativa es que cada vez se escribe menos. ¿Es esto cierto? La respuesta categórica es NO. A diferencia de épocas ante-riores, los soportes digitales y los nuevos medios, han generado que todas las personas escriban con asiduidad: envío de SMS, uso de MSN o plataformas similares, comentan y actualizan esta-dos de redes sociales, entre otras prácticas. Sin embargo, entre estas telarañas de mensajes que se tejen día a día, parece existir un problema: la calidad. 


  El código de la lengua escrita
     La escritura, como cualquier otra competencia de la lengua, tiene sus propias normas: concordancia, ortografía, conexión de ideas, por mencionar algunas. Las nuevas tecnologías y el apuro comunicacional ha generado una especie de transgresión lingüística a la normativa vigente. En este tipo de mensajes, ya no se respetan las mayúsculas, ni la puntuación, y en paralelo se va creando otro código: el de los emoticones, adhesivos, siglas a modo de síntesis (WTF?) o la simple acumulación de letras (mjsjhdhdhdsfghsgf) para señalar emociones, sensaciones, o estados. El correlato de los nuevos modos de escribir, plantea directamente el tema de la adecuación del discurso escrito y en esto reside el punto neurálgico -para algunos puristas, hasta doloroso-, acerca de las publicaciones en la web. La pregunta que más resuena en los últimos tiempos es si estos permisos o transgresiones pueden medirse en términos de calidad y capacidad productora. Para ser más simples: ¿está mal escribir así? No. Siempre y cuando el dominio de los códigos de la lengua escrita no sea simplemente un WTF. 
     En este sentido, muchos de estos usuarios confunden ciertas reglas -quizá un tanto implícitas- acerca de la adecuación: que se escriba en la computadora, no implica que se tenga que escribir como en Facebook. Para aquellos que tienen su propia parcela de tierra virtual  con fines comerciales o sociales(llámese blog, web o perfil), es significativo que tengan presente que en estas circunstancias están vigentes las normas de la lengua escrita estándar, es decir el respeto de todas aquellas cuestiones que hacen que un texto pueda ser abordado por todos y no sólo por aquellos que manejan emoticones. Aunque pueda parecer más "divertido" como he escuchado por allí (argumento muy pobre, demás está decirlo), uno escribe con determinados fines, y la comprensión de un discurso escrito dependerá de que se concreten o no ya sea que se trate de promocionar tus productos o servicios o fomentar una idea o creencia. Lo que importa es que se entienda.        Así que, queridos usuarios/redactores que andan por la virtualidad y publican en la web, respeten los códigos de la lengua escrita y ganarán lectores-clientes. 

viernes, 15 de noviembre de 2013

Caos textual ¿cómo planificar la escritura?


Una de las sugerencias dadas para mejorar paulatinamente los modos de escribir fue planificar el texto. Se trata de trabajar en la etapa de pre-escritura. Pero, ¿en qué consiste puntualmente o cómo llevarla a cabo? 
En principio, para comenzar a escribir hay que saber sobre qué (el tema), para qué (función u objetivo), para quién (el lector): estas son las preguntas básicas -hay otras, pero que se van a ir contestando a medida que se avance con la planificación-. 

     Una vez que tengo estas respuestas, estoy en condiciones de armar un borrador, bosquejo, esquema, de lo que va a ser mi texto. Aquí comienza el proceso de escritura para el que te sugiero tomar una hoja o abrir un documento de Word. El paso siguiente es escribir en forma de lista todas las ideas que se quiera que el texto contenga, sin importar el orden. Por ejemplo, para un texto de ciencias naturales:
- partes de la célula (2)
-tipos de células (3)
-funciones a nivel del organismo (4)
-qué es una célula (1)

     Una vez realizada la lista, se ordenan de acuerdo a un criterio (de lo más general a lo más específico, etc.), en el ejemplo, se podría seguir el orden de los números que aparecen al final. Ya tengo mi plan sintético armando. Ahora puedo pasar a desarrollar ese plan en uno más extenso. ¿Cómo? Trabajando por partes. Lo mismo que se hizo con el plan inicial, se puede hacer con cada una de los temas: anotar ideas (concepto, ejemplos, comparaciones, etc). Es significativo recordar que este es un paso previo a la escritura definitiva (aunque también debe ser revisada), es decir que pueden modificarse partes, el orden de las ideas, ampliar...
     Con esta estructura previa, se puede comenzar a escribir el texto. Cada tema puede ser tratado en un párrafo pero es muy importante que haya unidad. El texto final tiene que leerse y entenderse como un TODO. En este sentido, se hace necesario mantener la cohesión de sus partes, por ejemplo, usando conectores. 
     Como último consejo, que el punto final sea puntos suspensivos encubiertos: nada de terminar y entregar. Revisá siempre para corroborar el sentido de lo escrito, la adecuación a la normativa, y si finalmente se dijo todo lo que se necesitaba decir. 



miércoles, 13 de noviembre de 2013

Lenguas mezcladas

Resulta ser que cada vez más, nuestro amado español tiene romances furtivos -algunos, otros no tanto- con otras lenguas, sobre todo con su amante predilecto, el inglés. Algunas veces por una necesidad de pertenencia, otras por necesidad lingüística de algún campo específico de la ciencia. nos vemos en la obligación de usar términos, palabras e incluso frases en otros idiomas que no son la lengua materna. 

     Por supuesto que las incorporaciones de léxico foráneo no es algo nuevo es la historia de la lengua, pues en todo momento suceden cosas que hacen que la lengua también tenga modificaciones (inmigraciones, avances científicos, productos o procesos novedosos). El tema es que cuando se habla, estos términos extranjeros-o neologismos por préstamos- no requieren de ninguna marca especial para que el interlocutor note su presencia. Pero si estamos escribiendo, es otro cantar. 
     Cuando se trata de un discurso escrito y se necesita incluir alguna palabra o frase en otra lengua, podemos escoger entre dos opciones igualmente válidas. La primera, es utilizar el término en cuestión pero señalarlo con cursiva o itálica. Así, si te parece que este post es cool, podés compartirlo desde tu tablet. La otra opción, es simplemente evitar escribirla en el idioma original y sustituirla por su correspondiente traducción. En este caso, podés seguir todas las entradas de este blog desde tu tableta. 
    Un párrafo aparte merece la presencia de una frase. Si se elige colocarla en su lengua original, lo indicado es que entre paréntesis o en una nota al pie se coloque su traducción para que aquel lector que no maneje la lengua extranjera, también tenga la posibilidad de comprender. 
      A esta altura quizás te preguntes por qué no todos los términos de otras lenguas son señalados con una cursiva. Pues, como se dijo anteriormente, la lengua evoluciona: a la vez que crece, también se achica. En este sentido, cuando un término se vuelve muy recurrente, entonces sucede que se "nacionaliza" y lo usamos como si fuera nuestro desde siempre, como freezer, placard, living. Aquí se hizo referencia directa al inglés, pero lo mismo sucede con la inclusión de términos de otras lenguas. 
     Ahora ya sabés, también el español  tiene un affair con otras lenguas. Eso es tener glamour


lunes, 11 de noviembre de 2013

No hay que ser ladrón de la frase ajena

Muchas veces y por cuestiones diversas, nos encontramos ante la necesidad de hacer referencia a las palabras de otros en nuestro propio discurso. Para realizar este invocación, existe dos maneras posibles: parafraseando o citar textualmente las palabras del otro autor. Veamos cuál es la diferencia y su función. 

     La paráfrasis consiste en remitir a las palabras de otra persona, pero usando las propias. Se trataría de un tipo de comentario, por ejemplo (cursiva): "según lo propuesto por X, una manera de entender la lengua...". En este caso no es necesario utilizar las comillas, como sí lo es si realizamos una cita. Cuando se quiere referir a las palabras de otro autor/fuente de manera precisa, es decir tal cual lo dijo, debemos usar comillas, por ejemplo: Según la RAE, una paráfrasis es una "frase que, imitando en su estructura otra conocida, se formula con palabras diferentes". En este caso se está copiando la definición textual -como se puede comprobar si se sigue el hipervínculo-. (Otro post aparte, merece hablar de los tipos de citas, ya que existe varios modos de citar que dependen del tipo de texto y la extensión de la cita.)
     Sin embargo, más allá de las diferencias entre la paráfrasis o la cita textual, hay un punto en el que coinciden: la referencia obligatoria al autor de dichas palabras. No se puede eludir quién escribió o pronunció dicha frase, ya sea que la hayamos leído o escuchado, tenemos que dejarlo presente en nuestro texto. 
     Finalmente, vale aclarar que esta "ley del escritor honesto", está vigente tanto para una tesis como para una nota de prensa, una entrada de blog cualquiera, o un presentación de Power Point
     ¿Para qué sirve realizar una paráfrasis o una cita textual? Pues el uso más corriente tiene que ver con apoyar un punto de vista personal (con esto estás diciendo: "hay alguien tan loco como yo que piensa lo mismo") o realizar una explicación. Cualquiera sea tu móvil, recurre a esta herramienta del discurso que vale la pena, y recordá que  usarlas adecuadamente suman mucho al resultado final. Ya lo sabés, no hay que ser ladrón de la frase ajena. 

sábado, 9 de noviembre de 2013

Los SÍ y los NO de un curriculum

Puede que comiencen las vacaciones o que terminen, no importa la época del año que sea para que muchos de nosotros tengamos que salir a buscar trabajo. Y si hablamos de búsqueda laboral, hablamos de curriculum. Brevemente, podemos definir al curriculum vitae como un documento que contiene en forma sintetizada, toda la información de nuestra vida (datos personales, formación, experiencia y, en algunos casos, referencias). ¿Pero qué tiene y no tiene que tener un curriculum?

      Según una empresa consultora de trabajo, lo que mayormente destacan de los curriculos es la síntesis, los demás muchas veces son desestimados. Es decir que, aquellos datos que no se ajustan al trabajo, la letra grande y los saltos de líneas para "alargar" no sirven. Si tenés el secundario concluido, no es necesario que agregues el colegio primario y el jardín de infantes al que asististe. Una cosa supone la otra. Extensión ideal: una página, en A4. 
      Otro punto: los CV que entregues tienen que ser copias originales: nada de andar sacando copias para abaratar costos. El CV es tu primera presentación. 
      La foto: muchos se preguntan si es necesario colocar una. A veces es opcional, otras, para postularse en algunas empresas, es requisito. Nada de recortar una foto de un cumpleaños o reunión de amigos, o que esté desactualizada. 
     Fidelidad de los datos: todo lo que se diga en el curriculum debe ser demostrado. Si decís que sabés inglés, tenés que saber también que muchas entrevistas laborales son realizadas en el idioma, y no vaya a ser cosa que te veas en un brete de este tipo. En este sentido, también es válido aclarar el nivel y el tipo de competencia (por ejemplo: nivel intermedio, comprensión lectora, fluidez para la comunicación oral). Lo mismo sucede con los conocimientos de informática o administración. 
      Por último, especial atención a la presentación, prolijidad y ortografía general. Tipos y modelos de CV hay muchos y, depende el trabajo será la elección, pero escojas uno u otro, siempre tienen que ser de calidad (por si no lo sabés, en el procesador de textos WORD hay unos cuantos para ayudarte a armar el tuyo). Recordá que, como con cualquier texto, la mirada de un tercero puede ver puntos que deben ser revisados o detectar omisiones. 
      Con este panorama, estás en condiciones de armar tu curriculum y  triunfar en el mundo laboral. 



viernes, 8 de noviembre de 2013

Escribir para el lector


Cuando nos enfrentamos al momento decisivo de tener que escribir un texto cualquiera -desde una tesis a una receta de cocina-, no se puede perder de vista quién será el lector de esas líneas que estoy armando. ¿En qué influye mi lector? Pues verás que son muchos los puntos que van a determinar tu texto final. 

    En principio, el vocabulario. Pensemos en un ejemplo: no es lo mismo escribir un texto publicitario para adolescentes (donde me puedo permitir ciertas licencias para tener más llegada), a escribir para un público de gente adulta, o escribir un texto académico que leerá un profesor que un apunte leído por un compañero. En este sentido, la elección de términos (uso o no de palabras específicas de una disciplina) desempeña un papel fundamental. 
     Otra cosa es el tono -o lo que en el campo específico se denomina registro-. Según el tipo textual (informe, publicidad, mensaje de texto) se escogerá entre un tono más o menos formal. Inclusive, un mismo tipo puede necesitar un registro distinto según el lector (e-mail a un amigo o a mi jefe): en este caso, el tono depende exclusivamente del vínculo entre los participantes de la comunicación. 
    Por último: no se escribe como se habla. No es lo mismo ir a quejarse personalmente a la empresa de gas porque facturaron mal, que tener que hacer la misma queja por escrito. Una palabra o frase que en la oralidad puede quedar hasta graciosa, en la escritura adquiere otro matiz, aunque el receptor sea el mismo. 
    Por ello, antes de comenzar a escribir, pensá en tus lectores posibles y dedica tus esfuerzos para que ellos puedan entenderte. 
¿Tenés dudas? Dejalas en el buzón para próximos post de El corrector o en su página de Facebook . 




jueves, 7 de noviembre de 2013

Escritura.net

Te juntás un par de billetitos y te decidís a montar ese emprendimiento que viene dando vueltas en tu cabeza. Pero claro, para todo no te alcanza, entonces decidís y aprovechás la libertad web para realizarte "autobombo" o, lo que en la jerga se denomina marketing.  La publicidad es un punto fundamental para captar compradores, ya sea que se ofrezca un producto o servicio. Entonces, si ya tenés en marcha la máquina productora y necesitás publicitar de manera gratuita, apunta estos consejos: 


- utilizá imágenes y texto. En las redes sociales, aquello que no es atractivo a simple vista, es desestimado rápidamente. 
El texto
-un buen mensaje publicitario, tiene que ser lo suficientemente convincente pero sin exageraciones. Decir "es lo más maravilloso del mercado" ya no convence a nadie. 
-Incluí descripciones del producto/servicio, que no sean muy extensas. Establecé un orden de prioridad: preguntate qué se quiere destacar más (tamaño, rendimiento, costo, calidad, etc.) y comenzá por ese aspecto.  Es una regla básica: lo importante a la izquierda. 
- Usá los signos de puntuación para llamar la atención: una pregunta (¿Sabés cómo hacer...?), una exclamación (¡Ahora podés...!). Ojo, no abusés de ellos, un ejemplo clásico que suele verse a menudo es la colocación indiscriminada de comillas. También, cuidado con la puntuación regular (puntos, comas, dos puntos). Por otro lado, podés usar los resaltadores textuales como negrita, cursiva o subrayado. Pero, al igual que con lo anterior, si todo queda igual, nada se destaca. 
-La ortografía tiene que relucir. Es chocante para el potencial cliente leer "llebate el segundo a mitá de presio". Y nada se valora más que una mayúscula en su lugar (si no lo sabés, escribir todo en mayúscula en una red social es sinónimo de levantar la voz y a nadie le gustan que le anden gritando así porque sí).
-las oraciones que sean relativamente cortas.
-relee siempre lo que escribís antes de publicar así evitás errores de tipeo u otros. Y recordá incluir todos los datos necesarios de contacto. 
- finalmente, actualizá el contenido de la página. Según los últimos sondeos, la mayoría de las personas recurren a Facebook u otras redes sociales para buscar información de cualquier tipo. Pero, si alguien - que puedo ser yo-, entra, y la última publicación fue hace meses, dará por concluida tu búsqueda en ese sitio. Realizá publicaciones vinculadas a tu proyecto, preguntá para enganchar al público, y si te mandan mensajes privados contéstalos a la brevedad. Todos son clientes. 

     Por supuesto que para todo esto se necesita tiempo y dedicación, que a veces no se tiene. Si tu máquina productora ya empezó a dar sus frutos, entonces estás en condiciones de contratar a alguien que te haga el trabajo. Como siempre, El corrector líquido a su disposición. Pero si recién empezás, no te preocupes. Por acá andarán volando los mejores tips para ser exitoso en tus modos de comunicar. 

Y si te sirvió, compártelo! así cumplimos con el objetivo de brindar un servicio a la comunidad. 




miércoles, 6 de noviembre de 2013

La eficacia de la comunicación escrita


     Como todos sabemos, no es lo mismo expresar una idea oralmente que si la tengo que escribir, pues cada una de estas competencias tiene su especificidad, sus ventajas y sus contras. Uno de los beneficios que tiene la posibilidad de hablar en lugar de escribir, es que en general tengo a mi interlocutor al frente (salvo que sea un video grabado), quien será el encargado de decirme si me entendió o no. Pues en la escritura esto no sucede con esta velocidad. La devolución o feedback estará pero no es instantánea y llega cuando todo ya está dicho. Y si hablamos de un examen, es realmente necesario que el lector (en este caso, profesor que pone la calificación) entienda perfectamente lo que se dijo. Sin embargo, esto no ocurre con exclusividad en situaciones puntuales, en lo cotidiano se usa y mucho la comunicación escrita, y más de una vez (empezá a recordar), los mensajes (sobre todo de texto y chat) llegan distorsionados justamente porque no fuimos lo suficientemente claros. El resultado del mensaje depende exclusivamente de los dominios, tanto de quien lo emite como del que lo reciba. 
     En publicidad gráfica este aspecto es sumamente valorado. Los responsables de producir mensajes publicitarios no sólo tienen en cuenta lo visual, sino también lo verbal. Actualmente, las redes sociales y otros sitios web hacen posible que todos podamos publicitar en estos medios. En este sentido, recordá que si estás haciendo publicidad y lo que querés es vender y/o promocionar, entonces hay que tener mucho cuidado en lo que se dice y cómo se lo dice. 
     Sugerencias de escritura: especial atención a la puntuación! No es lo mismo un "no me gusta" que un "no, me gusta" (este pequeñísimo signo cambia absolutamente el sentido de la idea). También las normas básicas como respetar las mayúsculas (sobre todo de nombre de marcas o empresas), la ortografía general (lo que escribís, también es tu carta de presentación), y la intención: sé claro al escribir un mensaje, preguntate qué querés lograr con ello. Si se trata de publicidad, nada de complicaciones ni de textos larguísimos sin contenido o sentido, los lectores de redes sociales no tienen tiempo de leer algo extenso que no los atrape. 
(Y si te cuesta escribir o necesitás corregir tu texto,  recordá que siempre está El corrector líquido que lo puede hacer). 

martes, 5 de noviembre de 2013

Tips para mejorar tu escritura


Muchos se preguntan cómo se puede mejorar la calidad de la escritura personal. Acá dejamos algunos tips para que puedas comenzar a revisar tus modos de escribir:

-en principio, escribí. Si querés lograr textos bien escritos, practicá la escritura así podrás trabajar sobre los errores.
-planificá tu escritura. Establecé previamente un orden para las ideas.
-si tenés dudas, consultá en diccionarios o enciclopedias.
-volvé a leer lo que escribiste para que puedas verificar si se entienden las ideas expresadas. Y, de ser posible, dáselo a otra persona para que lo lea: aquello que te parece claro puede no serlo en su totalidad.
-usá los correctores ortográficos de los ordenadores, pero no te fíes de ellos. No marcan todos los errores.
- utilizá la puntuación a tiempo. Las oraciones largas suelen terminar en enunciados oscuros e inentendibles.
-por último, leé. La lectura es un excelente complemento de la escritura. Si bien son dos competencias con características bien diferentes, lo cierto es que practicar la lectura de distintos textos te ayudará a aumentar el vocabulario, mejorar la gramática y la sintaxis



Hablemos claro o la torre de Babel de la escritura

      Decir que la mejor manera de entendernos es hablar claro no es revelar un secreto de la alquimia. Pero afirmar que una interesante y fructífera manera de entendimiento es escribir claro puede parecer pretencioso o absurdo. Absurdo puesto  que la mayoría de los que “tiran líneas” por ahí, dicen poseer el don de la claridad para contar: una historia, una noticia, un argumento. Pretencioso puede resultar para quienes se jactan de ser elegidos y de escribir para sus pares, otros elegidos: los “entendientes” –si se permite el neologismo – de los entendidos. 
      En esta dirección, muchos textos recuerdan al capítulo 68 de Rayuela –otros al 69, pero ese es otro tema –, en el que se desafía al lector, se lo invita a jugar a partir de lo incomprensible de los términos. Pero esto es literatura. Son las licencias del discurso ficcional. Y además, es el maestro Cortázar. La web es una torre de Babel en muchos sentidos, algunos de ellos hasta necesarios. Sin embargo, el otro sentido, el del desentendimiento es el que transforma a este espacio discursivo en un lugar cifrado, en el que el texto se auto-clausura antes de comenzar a ser leído. 
     Dejemos lo ampuloso, elegante, lo sintácticamente correcto y semánticamente imposible para los discursos que lo merezcan. Hagamos de las recetas, sinopsis, la técnica del decoupage y otros grandes textos, un lugar de entendimiento para todos.