lunes, 25 de noviembre de 2013

El papel de la descripción en la publicidad


Si se tiene un (micro) emprendimiento seguramente lo que más se necesita son clientes. Ya sea una empresa proveedora de un tipo de servicio o algún producto, lo más importante es darlo a conocer, y una de las maneras más simple es hacer uso de las herramientas digitales gratuitas: tanto un blog como un perfil en una red social son los indicados para realizar el lanzamiento, puesto que además de ser gratuitos, son muy simples de administrar. Sin embargo, oculto bajo ese manto de inocencia, se esconde uno de los grandes desafíos: escribir. 

     Dicen que lo barato sale caro, y en cierto modo, puede serlo. Aunque la vida virtual te regale la posibilidad de dar a conocer tu emprendimiento, se puede pagar un alto costo si no se lo hace adecuadamente. La primera pista para entrar en competencia leal es trabajar el género de la descripción. No se puede hacer conocido algo que no se sabe de qué se trata. Las grandes marcas suelen utilizar "el enigma" para generar expectativa, pero ya lo dije: son marcas reconocidas. 
     Para planificar la descripción, en primer término se tiene que tener presente los puntos positivos a resaltar, eso será lo primero que deba mencionarse (cantidad, calidad, sabor, economía, funcionalidad). Las preguntas básicas serían qué es y para qué sirve. 
     En el terreno de las textualidades, se habla de al menos dos maneras de realizar una descripción: objetiva y subjetiva.  Una descripción objetiva se basa exclusivamente en destacar aquello que puede ser observado por todos, por ejemplo, los materiales con que está fabricado (madera maciza, plástico, etc.). En cambio, una descripción subjetiva hace hincapié en una mirada particular, por ejemplo si se dice que algo es "fácil de usar" (una visión personal). 
      Para dar a conocer tus productos o servicios, la descripción que se haga no puede prescindir de las características específicas/generales que resaltan a simple vista. Claro que hay productos y productos. Describir en detalle un almohadón no es tan necesario como si se trata de un matainsectos. 
      En la descripción que se realice se pueden mezclar los dos tipos: descripción de producto/servicio objetiva y subjetiva. El error sería hacer solamente una caracterización más subjetiva, pues que esto a los potenciales clientes ya les suena a cuento (algunos ejemplos que leo: "el mejor del mercado", "no te podés perderte este maravilloso X" cuando ni siquiera se sabe de qué se trata cada uno). 
      Por último, dos sugerencias más. Una: no es necesario describir todo en una única publicación. Respecto a eso, es interesante tener en cuenta la fugacidad de lo escrito, así que "refrescarlo" cada tanto para nuevos clientes no está mal. Dos: aunque no se publique en papel, se sigue con las convenciones de la lengua escrita. Como ya se mencionó en una entrada reciente, nada de escribir como se habla, ni de usar el código del SMS. 
      A nivel económico, los costos de presentación en sociedad de tu emprendimiento son bajos. Pero atención, que una publicación llena de errores, poco clara, y sin sentido, puede hundir hasta el negocio más prometedor. 

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