viernes, 13 de diciembre de 2013

La Ficción. El lugar de la transgresión

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Ortografía, gramática del texto, concordancia entre sujeto y predicado, tildación, estructura textual, vocabulario. ¿De qué hablamos? No, no es una lista de torturas para el hablante/escribiente de español. Son las reglas del juego. Pueden parecer duras, odiosas, hasta muchas veces sin sentido, pero están. Y como buenos samaritanos de la lengua, las cumplimos -o eso deberíamos hacer-. Sin embargo, existe un lugar en el que se permite cierta transgresión, la ruptura de las normas y la toma de algunas licencias. Cualquiera que padezca de ortografitis aguda, ya comienza a saborear el placer de un "ubo un tiempo en ke". Estamos en terreno de la ficción.

El capítulo 69 de Rayuela, comienza así:
"Ingrata sorpresa fue leer en «Ortográfiko» la notisia de aber fayesido en San Luis Potosí el 1° de marso último, el teniente koronel (acendido a koronel para retirarlo del serbisio), Adolfo Abila Sanhes. Sorpresa fue porke no teníamos notisia de ke se ayara en kama. Por lo demás, ya ase tiempo lo teníamos katalogado entre nuestros amigos los suisidas, i en una okasión se refirió «Renovigo» a siertos síntomas en él obserbados."  Y sigue.
¿Cortázar no conocía las reglas ortográficas? Claro que sí. Acá el autor juega con su narrador, adjudicando a su trazo estos olvidos ortográficos. 
La ficción -conocida popularmente con el nombre de literatura-, es esa porción de páginas que libera al individuo de las ataduras de la lengua. En este campo, puedo leer sin asombros que "la ciencia es una mierda", y puedo caer en la mayor de mis desgracias (exagerando, claro está), si escribo con pulso firme la misma sentencia en la conclusión de un paper (aunque sería grato disfrutar por segundos, el desconcierto de algunas caras). 
Por eso amigo escribiente, si todavía no aprendiste que todas las palabras esdrújulas llevan tilde en la sílaba tónica (¿?), o a qué se refiere el profesor cuando, en palabras rojas o verdes, aclara "no se entiende el sentido", si sos uno de ellos, quiero que sepas que no todo está perdido. Hay un lugar de redención para estas almas, que más que jugar harán lo suyo. 
Para despuntar el vicio, como se dice por allí, está muy bien. Ahora, -y disculpa la franqueza casi al terminar-, los escritores (ESCRITORES), son algo más que transgresión. Pero quién te dice que tu camino no sea ese. Mientras, que la ruptura quede en el campo de la ficción. Escrivamos vien, agamos un zacrifisio y colavoremos con la conpresión y entendimiento de todos. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Progresión temática y estructura

Cualquiera sea la función u objetivo de un discurso escrito, no importa su público destinatario, ni el tema, disciplina, como tampoco su extensión, siempre un texto responde a una estructura determinada y tiene que cumplir con una regla básica de la escritura para que pueda ser comprendido: la progresión temática. 

     Cuando se habla de estructura, se puede hacer dos anotaciones al respecto. Por un lado, existe una amplia variedad de estructuras textuales específicas de acuerdo a las características particulares (trama, función, contexto, etc.). Para aclarar, pongamos un ejemplo. A cualquier hablante nativo de español -lo mismo sucede en otras lenguas- que le soliciten que escriba una carta, una receta de cocina o unas instrucciones, no pondrá un "Me despido atentamente" en la receta. Es decir, cada género discursivo -así es como se denomina- tiene sus propias reglas. Sin embargo, más allá de estas particularidades, todos los discursos escritos siguen una estructura más básica: introducción, desarrollo y conclusión. 
    A grandes rasgos, la introducción de un texto presenta el tema/problema a tratar, el desarrollo se encargará de la exposición de ideas vinculadas al tema general, y la conclusión, cierra el texto con algún tipo de reflexión. En este sentido, esta estructura se vincula directamente con la progresión temática. Es durante la etapa de planificación de la escritura que se tiene que ordenar la secuencia de temas/ideas a desarrollar en el texto. Como ya se ha mencionado anteriormente, un texto sin orden no colabora para que sea comprendido el mensaje. 
     Un consejo de escritura para trabajar la estructura básica junto con la progresión temática en un texto es hacer uso de los ordenadores textuales. Este tipo de conectores permite organizar y secuenciar las partes del texto. Alguno de ellos son:
-para la introducción: para comenzar, en principio, inicialmente...
-para el desarrollo: por un lado/por el otro, en primer término/ en segundo lugar... 
-para la conclusión: para terminar, en conclusión, finalmente, en síntesis. 

     Como siempre, una revisión final del escrito confirmará su claridad y orden, y hará posible modificar aquellas partes que no respondan al objetivo o se escapen a la comprensión global. 






jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Cómo hacer una presentación digital?

La tecnología facilita la vida en muchos sentidos -en muchos otros, los entorpece, pero eso es otro tema-. Uno de ellos, es la posibilidad que se tiene de hacer presentaciones con soportes digitales. Programas simples, como el Power Point, están al alcance de cualquier usuario común de la informática. Las cualidades de estos sistemas son muchas, entre las cuales se puede mencionar la rapidez, la posibilidad de conjugar imágenes y texto, además promueve la comprensión por parte del oyente y es un gran "ayuda-memoria" para quienes deben exponer. No obstante, aunque sea una herramienta fácil de usar, existen algunos puntos que deben atenderse cuando se quiere hacer una presentación audio-visual de este tipo. 

     Por ejemplo, si alguien trabaja en una empresa X o es estudiante, y tiene por delante una presentación con soporte digital, la extensión no es un tema menor. El centro de atención es quien dirige la exposición, y su valor está en poder explicar, explicitar, desarrollar, ejemplificar, etc., aquello que aparece en la pantalla. Su trabajo no es únicamente leer lo que dice la diapositiva, esto es subestimar al auditorio que es capaz de hacerlo por sus propios medios. 
    Otro punto es la estructura. La presentación digital tiene que seguir, como todo texto, un orden básico de introducción, desarrollo y conclusión. Este orden tiene que estar sincronizado con la explicación, nada de ir y volver con las diapositivas. 
    Atender a la normativa de la lengua es tan importante como si fuera un texto en papel: respetar las mayúsculas, la acentuación y ortografía general, colocar adecuadamente la puntuación, usar un registro adecuado a la situación. Lo que uno escribe, es lo que uno es: algunas veces se observan presentaciones digitales de muy baja calidad o todo lo contrario, que dan cuenta de las capacidades de los expositores. Tal como dijo Luis Pedro Barcia, actual presidente de la Academia Nacional de Educación, "la ortografía tiene un tremendo poder descalificador" y concluye "... la inclusión social comienza por el lenguaje". 
Usar las herramientas y soportes digitales es un gran adelanto de los últimos años, pero que su facilidad no se transforme "facilismo". Cuando se las utiliza, hay un objetivo por detrás, y en muchas ocasiones se ven derrumbados justamente por la falta de trabajo y atención a la escritura. 
    Finalmente, una sugerencia sobre tipografía y tamaño de la fuente. Dependerá de quién sea el auditorio y la cantidad de receptores, pero en general, se aconseja usar tipos de letras convencionales, que no entorpezcan su lectura. Las presentaciones digitales, el paso de diapositivas, son algo dinámico, el lector-oyente no puede detenerse a descifrar lo que dice. Por ello también la elección de un tamaño adecuado; si la presentación es para diez personas, no es lo mismo que sea para cien: el de la última fila también tiene derecho a leer. Es preferible hacer unas diapositivas más, que no cargar una con un largo texto en letra pequeña solo para que entre en una sola. Como corolario de esto último, también es fundamental atender a la elección de colores de letra y fondo. 
    Siguiendo los aspectos mencionados, se podrá elaborar presentaciones destacadas por su organización, claridad y calidad. 
Compartilo.  


lunes, 2 de diciembre de 2013

El título

Si tuviera que definir de manera informal qué es y para qué sirve el título de un texto diría que es la puerta de entrada. Muchas veces lo dejamos para el final, cuando el último punto ya está colocado. Otras, el título es el punto inicial para dar rienda suelta a la producción textual. De cualquier forma, elegir EL título para un texto no es tan simple como parece, y su función es lo suficientemente importante como para dejarlo de lado. 

     La más importante de sus funciones, como se dijo al comienzo, es inaugurar la lectura, ser la puerta de acceso a un texto. En este sentido, el título debe representar el contenido y el objetivo del escrito. Si el texto explica un tema, el título no puede ser oscuro o intentar persuadir. Así es que de acuerdo al tipo de texto, también será el título del mismo.
Siempre enmarcado en su función y contenido, a continuación presento algunas sugerencias a tener en cuenta al momento de titular tu texto: 

- Atracción: siguiendo la analogía del principio, un título tiene que ser atractivo para que pueda traspasarse ese umbral. Tal como sucede con las puertas, a algunos nos atraen aquellas que están viejas y corroídas por el tiempo, a otros las modernas y de vanguardia. Siguiendo este razonamiento, el título estará también en concordancia con el potencial lector al que dirigimos el discurso escrito. 
-La extensión: los títulos largos no son buenos presentadores. Breve y conciso es una buena combinación para un titular un texto. 
-El lenguaje: se puede jugar con la metáfora u otros recursos poéticos, pero para hacerlo es importante contar con que pueda ser entendido por el público lector: por ejemplo, hacer referencia a un refrán que es de conocimiento popular. También el vocabulario elegido debe ser lo más trasparente posible, es decir, nada de ambigüedades o complicaciones etimológicas -para ejemplos de ambigüedad, mírese un poco los titulares de la prensa-. Todo este conocimiento puede dejarse para el cuerpo del texto. 
Las excepciones: como en todos los órdenes siempre están presente aquellos casos de transgresión. Títulos con juegos de palabras, enigmáticos, muy breves o muy extensos, todo es posible si se sabe en qué texto hacerlo. Un informe o manual de instrucciones no pueden llevar un título de este tipo, pero sí un artículo para tu blog, un cuento, entre otros. 
En síntesis, si un título "encanta" -en el sentido mágico de encantamiento- el lector continúa leyendo.